La vida en las montañas (Lao Cai)

Muchos consideran el norte montañoso de Vietnam como la zona más espectacular del país.  No hay ciudades, solo pueblos y aldeas, y la población multiétnica ofrece una variedad de costumbres y culturas -muchas en extinción- poco frecuentes ya en este mundo globalizado.
Para mi, que frecuento Guatemala, ha sido un disfrute conocer esta parte del mundo y descubrir tantas actitudes comunes y tanta escasez en ambos modos de vida.


No había de que SaPa era un destino esencial en nuestro viaje, y utilizando el usual tren nocturno, hacia allí nos dirigimos con la idea de disfrutar 5 dias en una estación de montaña francesa en época invernal, pero sin nieve. Es importante instalarse en un buen hotel por si el mal tiempo impide hacer senderismo, actividad principal en esta región, y el nuestro ha sido el mejor. De esos días pudimos hacer turismo solo 4 pues uno de ellos fue todo frío, lluvia y viento.
En la actualidad el turismo llega a SaPa en abundancia y por ellos hay una oferta hotelera importante. Del mismo modo hay muchos lugares donde comer aunque no ofrecen tantos platos tan elaborados como en HaNoi.


El la oficina de turismo nos recomendaron una serie de tours a conocer poblados de diferentes etnias, y eso hicimos. Nuestra suerte fue encontrarnos con una guía local, despierta, alegre y simpática.  Ly Thi Pang, Pan para los amigos, nos llevo el primer día a conocer a los Hmong negros, su pueblo, y de camino estuvimos con un trío de mujeres que salen a esperar los turistas a la carretera, y por una propina te acompañan, si o si. Al final te encariñas y acabas comprando alguna de sus artesanías.


En esta época las parcelas (porque en las montañas no hay campos) donde cultivan arroz están abandonadas. Hay que esperar a marzo para plantar. Por ello las mujeres no están trabajando en el campo y ganan su dinero haciendo artesanías o saliendo a la caza del turista, cargando los bebés a la espalda. Pang nos contó que para los hombres hay poco trabajo así que pasan los días en la casa o con los amigos, tomando ‘happy water’ o jugando cartas. Algunos crían gallos de pelea y se dedican a promover apuestas. ¿A alguien le suena esta situación en otros lugares del mundo?

 

En fin, el ser humano es mucho mas parecido de lo que pensamos.Pero hay que viajar para darse cuenta, abrir la mente y sentirse como hermanos/as.

Entre las etnias de las montanas hay algunas que se visten con mil colores y eso resulta tan atractivo que somos muchos los viajeros que decidimos seguir los consejos de muchos y viajar a BacHa en domingo, día de mercado al que se acercan centenares de mujeres Hmong Flor ataviadas elegantemente a comprar y vender.

Vigilantes de su mercancía, no abandonan sus búfalos, gallinas u otros animales aunque parezca que son los hombres los que hacen los tratos. Es como si dijeran, «tú busca comprador que yo me quedo vigilando para intervenir en el trato final, pues este animal también es mio y no lo vas a malvender»…

Otras en el mercado parlotean poniéndose al corriente de las novedades en las aldeas, en sus familias o en los negocios. Mientras los hombres se cortan el pelo con el barbero ambulante o fuman una canna, ellas mercadean con decisión y buen tino.

Sobre el tema gastronómico debo reconocer que mientras yo disfruto comiendo en los mercados del mundo (y nada me sienta mal, hasta ahora), Louise es mas selectiva, por lo que en Bac Ha solo yo me senté a comer en el mercado probando una sopa de fideos con hierbas y un caldo delicioso de vaca, que mi estomago agradeció y así mi cuerpo pudo reaccionar ante el frió del lugar. El aspecto es siempre horrible, pero como mis orígenes leoneses me han acostumbrado a las ‘matanzas’ y a los cocidos o ‘botillos’, pues lo llevo bien. Eso si, si me preguntan prefiero pescado, y eso se debe a mi paladar actual mucho mas orientado al pescado y marisco, gracias a haber vivido en las Islas (Canarias) y en otras orillas del mar.

Felices y con el estomago lleno, después de un café vietnamita, abandonamos las montanas y regresamos a HanHoi, en tren nocturno.

Curiosidad: Hablando de café, Saben que tienen en común los canarios y los vietnamitas?, eeeel «baraquitooooooo». Si señor, en estas latitudes si quieres café blanco (white coffee) te lo sirven con leche condensada. Este mundo es un pañuelo maravilloso.

Otra curiosidad: ya desde Tailandia y sobre todo en Vietnam nos hemos encontrado varios baños públicos al estilo antiguo (solo letrinas) que para ellos no representan ‘equilibrios’ corporales a la hora de usarlos y para nosotros sí. Pues bien, en lugares de mayor afluencia turística son normales los ‘excusados’ (W.C.) estilo occidental, perooooooooo

… donde se advierte de forma gráfica el Modo de Uso… por si acaso.

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